lunes, 10 de enero de 2011

Montevideo, capital de la cultura

No muy lejos de acá, pero sí del resto del mundo, existe un lugar muy chico en superficie, pero muy grande en historia. Estamos hablando de Uruguay, pero más precisamente de Montevideo, su capital.
Podemos pensarla como la síntesis perfecta entre un pequeño pueblo y una gran ciudad. Con lo mejor y lo peor de cada uno.
A lo largo y a lo ancho uno se topa continuamente con la tranquilidad de sus playas, sus enormes parques y plazas, sus incontables centros culturales, y también porque no, con la opulencia de sus shoppings, sus grandes y fastuosos hoteles, y sus elegantes restaurantes.
Es sin dudas un lugar donde el equilibrio dice presente, donde las diferencias entre los que más y menos tienen son mínimas. Posiblemente la figura del río sea que la que mejor represente este concepto. De oeste a este, la ciudad se dispone en torno a él, y absolutamente todos pueden apreciarlo, se encuentren en el cerro o en los barrios más residenciales.
Culturalmente rica como pocas, Montevideo se ha convertido en un territorio fértil para el desarrollo de actividades artísticas de toda índole. Grandes escritores, cantantes y pintores han salido de allí, logrando trascender sus fronteras. Todos ellos sin embargo, con una extraña particularidad: Nunca han podido marcharse, y los que sí lo han hecho, siempre han vuelto.
Quizás esa sensación de paz que se respira, sea la que en definitiva termina enamorando a todo aquél que alguna vez la haya visitado.