martes, 7 de diciembre de 2010

París, el escenario de la poesía


Sentarse y ponerse a escribr sobre las características que definen a una ciudad podría resultar una tarea muy pretenciosa. Pensar en los momentos vividos, los lugares visitados o las calles recorridas, un tanto aburrido, sobre todo para alguien que no haya tenido la suerte de estar allí. A partir de esto es que surge una pregunta, ¿De qué manera podríamos empezar a desarrollar un relato más o menos entretenido, de manera de captar rápidamente a un potencial lector? Casi inmediatamente la respuesta que surge es: "Hablando de París".
Puede pensarse que hay muchas ciudades en el mundo que logran ejercer un enorme poder de atracción. Son pocas sin embargo, las que logran enamorar y cautivar a sus visitantes. Porque sin duda alguna la palabra que mejor define a la capital francesa es: "seducción".
Caminarla de sur a norte, y de este a oeste, es estar en presencia de un lugar en el cual todo remite a la poesía y el arte. Cada rincón que la compone sirve como fuente de inspiración a la hora de elaborar los mejores versos y las más lindas melodías. Sus calles, sus ríos y sus monumentos, protagonistas principales de la historia del mundo, brindan un escenario casi perfecto a la hora de contemplar ese cuadro.
Sus restaurantes y sus cafés por otra parte, son el refugio ideal para aquellos que quieren disfrutar de un momento único. Pocas cosas pueden resultar más atractivas que sentarse a leer un buen libro en un bar parisino. ¿O qué más interesante que visitar una típica fonda, tomándose un rico vino y escuchando buena música? Para todo aquél que haya tenido la oportunidad de vivirlo, sin duda alguna que resulta una experiencia única y altamente recomendable.

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