domingo, 20 de marzo de 2011

Isla Margarita, al servicio del placer

En el extremo norte de este continente encontramos un país tan apreciable como controversial: Venezuela. Como tantos otros lugares de por aquí, presenta un contraste entre sus encantos naturales y sus condiciones sociales. que no pasan desaparecibidos ante la vista de aquellos que lo transitan.
Dentro de este contexto, existe un lugar muy particular, que no por nada es el preferido de los turistas que deciden visitar el país: Isla Margarita. Perteneciente al estado de Nueva Esparta, es la más grande de las 3 que la conforman, junto con las de Coche y Cubagua.
Tomando como referencia lo expuesto en la introducción, Margarita encierra en sí misma y de manera gráfica ese contraste al cual hacíamos referenecia. No está demás aclarar que es uno de los pocos estados gobernado por opositores al régimen nacional. Con lo bueno y lo malo que esto implica.
Decíamos que es un ejemplo fehaciente del contraste, y esto puede verse en la cantidad de hoteles y complejos habitacionales de primer nivel que posee, rodeados a su vez por construcciones de muy baja calidad, donde la pobreza se hace muy visible. A partir de esto, es que se convierte en una ciudad totalmente pensada para el turista, en donde la mayoría de los habitantes locales trabajan por y para ellos.
Posiblemente esta dualidad sea la que permita apreciar y potenciar aún más sus bellezas naturales. Sus playas y sus paisajes regalan unos escenarios casi paradisíacos, propios de las costas caribeñas. Las islas que la rodean, algunas de ellas vírgenes, parecen realmente sacadas de una película. Las aguas transparentes con sus arenas blancas, bordean la perfección.
En definitiva, y aún con sus contradicciones, Isla Margarita es un lugar que vale la pena conocer. Un lugar ideal para descansar y desenchufarse de la vida ajetreada de estas latitudes.
El placer, está garantizado.

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